La supervisión en psicoterapia

Cuestiones prácticas

 

Dicen que el primer paciente que ves en tu vida nunca se te olvida, y es verdad, al menos en mi caso. Cuando empecé la residencia estuve unos meses observando en la consulta cómo trabajaba mi supervisora hasta que un día  ella me dijo: “¡Ale, hoy hablas tú!.” Así, sin aviso previo.

Recuerdo que estaba más nerviosa por sentirla a ella detrás mirando cómo lo hacía que por el paciente en sí. Con este método estuvimos un tiempo hasta que ella me dejó un despacho para mí sola y, aunque me seguía supervisando, no estaba presente durante las sesiones.

Ésta es la manera habitual de trabajar durante la residencia: siempre bajo supervisión, más o menos directa pero supervisión al fin y al cabo. En mi opinión, es la mejor manera de aprender y de mejorar como terapeuta.

Es cierto, que al principio no me gustaba nada sentirme observada pero con el paso del tiempo hasta lo agradecía, porque empecé a ver a mis supervisores no como psicólogos que evaluaban mi trabajo sino como profesionales que me iban a ayudar a hacerlo mejor.

Años más tarde, quise montar una clínica por mi cuenta. Ya os adelanto que no me fue bien. Eso sí, aprendí de mis errores que me han ahorrado mucho tiempo a la hora de abrir Andainas, esta vez con mi compañera.

Una de las cosas que tenía clara es que yo trabajo mucho mejor si tengo a alguien a mi lado, y como quiero que los pacientes que acuden a mi consulta se lleven el mejor trato posible, el formato de equipo terapéutico es el ideal.

No es ningún secreto que trabajamos en equipo, mediante una cámara con circuito cerrado de televisión. Esta manera de trabajar, nos aporta más ventajas que inconvenientes, especialmente con el tema de la supervisión.

Para empezar, estamos siempre supervisadas la una por la otra. De esta forma, evitamos la soledad que sienten algunos terapeutas que trabajan por su cuenta. Creo que la supervisión constante, hablar de los casos, de lo que hemos hecho mal o bien es algo fundamental si queremos mejorar como psicólogas.

¿En qué te puede ayudar una supervisión?

A ser más consciente de tus puntos débiles: por ejemplo, si un paciente te cae mal puedes hablarlo con alguien y así buscar la mejor forma de “quererlo” o de ayudarlo.

A tener otro punto de vista: los psicólogos tendemos a acomodarnos en una forma de trabajar, a dar siempre las mismas tareas que nos han funcionado, a utilizar las mismas metáforas…tanto que si nos descuidamos, podemos estar pasando por alto al individuo que tenemos delante. Una buena supervisión ayuda a tener otra visión del mundo y a dar un aire fresco a nuestra forma de trabajar.

A tener un soporte emocional: si un paciente nos toca la fibra de una manera particular, el hecho de poderlo hablar con alguien hace que nos recompongamos un poco y podamos tomar la distancia necesaria para poder volver a la consulta a ayudarlo.

A querer mejorar constantemente: Saber que nos están observando (si la supervisión es en directo), o que luego le tenemos que contar lo que ha ocurrido a alguien (si la supervisión es en diferido), provoca que estemos más alerta y que queramos dar lo mejor de nosotros.

Por todo esto, si no tuviese la suerte de poder trabajar en equipo, seguro que buscaría la manera de poder tener algún tipo de supervisión con algún profesional con el que me sienta a gusto y poder trabajar al menos con los casos más complicados.

¿Qué pensáis vosotros? ¿creéis que la supervisión es
necesaria durante toda la carrera profesional del terapeuta o sólo durante los
primeros años?

¿Quieres más consejos?

Suscríbete para recibir el curso “Primera Entrevista en Psicología”.

Además, mando un email TODOS LOS DÍAS sobre cómo puedes mejorar nuestra práctica clínica. En cada uno, ofrezco mis cursos y servicios. Si te cansas, siempre te puedes dar de baja con un click.

Para cumplir con el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) es necesario que leas y aceptes la política de protección de datos de la web. Tus datos serán almacenados en Active Campaing, un proveedor de email marketing que también cumple con el RGPD.

5 Comentarios

  1. yo me sentiria mejor sola o si hay otra compañera pues cada cual a lo suyo tampoco esta mal si esa persona es de confianza. lo de una cámara con circuito cerrado de televisión esta muy bien sobretodo para protegerse por si pasa algo grave o estar libre de agresiones de clientes. y que alguien pueda ayudar, llamar a la policia etc.. es una tranquilidad

    • La verdad es que nunca s me había pasado por la cabeza que lo de la cámara sirve para protegernos. Nosotras no grabamos pero nunca he tenido miedo delante de un paciente. De hecho, si lo tuviese, creo que no podría trabajar y tendría que decírselo.

    • ya pero yo desde que vi en las noticias un par de casos de clientes que mataron a su psicologa como que algo de respeto impone.

  2. Hola, me ha gustado el artículo. Pero me ha surgido una duda. Si el psicólogo decide grabar siempre, primero lo consulta con el paciente o eso no tiene por qué saberlo.

    Gracias. Un saludo.

    • Hola Ana. Siempre que vayas a grabar, el paciente tiene que saberlo y firmar un consentimiento que indique que está de acuerdo

Enviar un comentario