¿Por qué NO damos sesiones gratuitas?

Cuestiones prácticas

precio consulta psicología Coruña

Hace ya cinco años que abrimos nuestra clínica de psicología en A Coruña. Montar un negocio desde cero implica decidirlo todo, desde la decoración del centro hasta los precios, pasando por el modelo de historia clínica. Echando la vista atrás, lo que más recuerdo es la ilusión del principio y las dudas que teníamos.

¿Quedará bonito este sofá? ¿Cómo nos coordinamos para las citas? ¿Qué precio ponemos a las sesiones?

Poco a poco fuimos tomando decisiones, unas más acertadas que otras pero en general el balance es positivo, la prueba es que aquí seguimos y con ganas de continuar.

Antes de abrir, pensábamos en maneras de darnos a conocer, hasta estuvimos a punto de hacer una fiesta con pinchos en la consulta para invitar a otros profesionales y gente que se quisiera acercar a conocernos. Al final, los primeros pacientes llegaron antes de lo que esperábamos y fuimos posponiendo la inauguración hasta que ya dejó de tener sentido celebrar ninguna porque estábamos a pleno rendimiento.

De las pocas cosas que teníamos claras, aparte de que queríamos trabajar en equipo, era que no queríamos dar sesiones gratuitas. Es cierto que cada vez están más de moda pero sigue sin gustarme esta forma de darnos publicidad y os voy a dar tres motivos:

Por nuestro estilo de terapia

Fundamentalmente, nos dedicamos a la terapia breve que, como su propio nombre indica, se caracteriza por ser breve. Nunca decimos el número de sesiones que va a necesitar un paciente para mejorar, no somos adivinas. Pero sí decimos que queremos que las sesiones sean “todas las necesarias pero las menos posibles”.

¿En qué se traduce esto? Pues en que desde el minuto uno en el que  la persona entra por la puerta de nuestra consulta, vamos a trabajar al 100% para que esté mejor. Aunque la primera sesión pueda ser más de valoración, también lo será de intervención. Siempre.

En el 2017, nuestra media de sesiones antes del alta por mejoría fue de 6,3.  Esto quiere decir que si damos la primera gratuita, estaríamos regalando un porcentaje muy alto del tratamiento y no nos lo podríamos permitir. Aunque nos gusta mucho lo que hacemos, no nos gusta trabajar gratis.

Para no perder el tiempo

Hace años, una amiga abrió una consulta y para darse a conocer, ofrecía sesiones gratuitas. Resultado: Tenía muchas primeras consultas y pocos seguimientos. A La larga, tuvo que dejar d ofrecerlas porque no le compensaba.

No nos gusta perder el tiempo. Queremos que la gente que acuda a nosotras sea porque de verdad quiera nuestra ayuda y no para ver qué pasa o cómo es esto de una psicoterapia. Aunque es verdad que siempre tenemos a algún paciente que nos da la sensación de que ha llegado por casualidad, lo cierto es que la gran mayoría acuden porque creen que les podemos ayudar y están motivados para cambiar.

Cobrar desde la primera consulta es una forma de realizar este filtro. Hasta la fecha no se nos ha ocurrido otro mejor pero si alguien sabe de alguno, estamos encantadas de leerlo en los comentarios.

Para proteger nuestra profesión

Esta razón ya entra más dentro del ámbito de lo ético. Es cierto que hay libertad para poner los precios que cada profesional considere, pero creo que ofrecer sesiones gratuitas hace un flaco favor a nuestra profesión.

Para poder atender con cierto nivel de calidad, hemos tenido que estudiar una carrera, un máster, aprobar una oposición, cuatro años de residencia, más cursos, etc. Eso requiere tiempo y esfuerzo (económico y mental). Si al final ofrecemos nuestro trabajo gratis, desde fuera parecerá como que tampoco se necesita tanto para hacer lo que hacemos.

A nosotras nos gusta la psicología en general y la psicoterapia en particular y creemos que una forma de dignificar nuestra profesión es dándole el valor que se merece. Desde la privada, esto se traduce en valor económico, seriedad y ética.

Al releer el post, he pensado que quizás no estamos metiendo en un jardín, pero me da lo mismo. Son nuestras razones para no dar sesiones gratuitas y así las exponemos al mundo.

¿Quieres más consejos?

Suscríbete para recibir el curso “Primera Entrevista en Psicología”.

Además, mando un email TODOS LOS DÍAS sobre cómo puedes mejorar nuestra práctica clínica. En cada uno, ofrezco mis cursos y servicios. Si te cansas, siempre te puedes dar de baja con un click.

Para cumplir con el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) es necesario que leas y aceptes la política de protección de datos de la web. Tus datos serán almacenados en Active Campaing, un proveedor de email marketing que también cumple con el RGPD.

2 Comentarios

  1. Estoy totalmente de acuerdo con vuestras razones. Mi compañera de trabajo y yo opinamos lo mismo, muchas veces hemos recibido comentarios de personas ajenas proponiéndonos hacer sesiones gratuitas para atraer a gente y siempre hemos pensado que cuando a alguien le interesa un servicio se encargará de reunir el dinero para pagarlo (igual que hacemos habitualmente con las cosas que nos queremos comprar, etc.) y si la gente viene porque es gratis, acudirá mientras sea gratis y ya está.

    También pensamos que es una manera de dar valor a la profesión, ya que muchas veces se cuestiona e invisibiliza el recorrido profesional que hemos tenido que hacer para llegar hasta aquí.

    Muy buen post, me alegro de que lo hayáis hecho.

    Belén

Enviar un comentario