Desde hace varios años he visto cómo se publicaban artículos sobre las carreras con más salidas profesionales, peticiones para el aumento de las plazas PIR, anuncios de másters en “Psicología Clínica,” cifras sobre el aumento del paro entre los psicólogos recién licenciados o graduados o cómo la mayoría encontraban su primer empleo fuera del ámbito de la psicología.
Pese a todo, el número de plazas para el grado de psicología no ha disminuido. ¿Estamos ante una burbuja que ha estallado y la universidad no se ha dado cuenta?
No tengo la más remota idea, lo que sí sé es que ahora hay más competencia que nunca para salir adelante con un gabinete privado, y para entrar en la pública también, por no hablar de otras áreas como la educación o la psicología del trabajo.
Vista la situación actual parece que no hay muchas alternativas.
Los hay que optan por instaurarse en la queja constante sin hacer nada. Otros luchan por intentar frenar esta burbuja (a los que admiro profundamente por hacer algo de lo que yo no sería capaz ni en sueños) y el resto intentamos sobrevivir mientras dure el chaparrón.
Porque de eso se trata al fin y al cabo: por muy vocacional que sea nuestra profesión, no vivimos del aire y lo que queremos es ganarnos nuestros garbanzos con nuestro trabajo.
Pero claro, somos muchos y la atención psicológica privada es un servicio de lujo en momentos de crisis. Por mucho que duela admitirlo, no somos imprescindibles para que la vida siga adelante.
Así que toca aplicar un poco de nuestra propia medicina y hacer uso de todas las herramientas de afrontación al estrés que tengamos.
El sector de la construcción fue el más dañado por la crisis y provocó una criba enorme donde sólo los más profesionales sobrevivieron (y para eso no todos). De esto no tengo datos, pero sí una percepción subjetiva de que ahora hay menos “chapuzas” que antes. La gente construye menos pero lo hace mejor.
Me imagino que algo así está pasando con los psicoterapeutas privados: al final van a quedar los que mejores resultados tienen y los que mejor se saben publicitar.
Dos cuestiones que no dependen de los demás, de cuántos psicólogos haya en España sino de cada profesional en particular. La formación como terapeuta te da las capacidades para que el cliente quede satisfecho pero la formación en “ventas” te da la posibilidad de que ese cliente acuda a ti.
Si te limitas a ser un buen profesional, será más difícil y lento que la gente llame a tu puerta y tal vez no sobrevivas.
Si eres un “vendehumos”, experto en publicidad, a la larga se correrá la voz y acabarás con el mismo resultado (a no ser que salgas en la tele, entonces te forras seguro).
Así que adaptarse consiste no sólo en continuar mejorando como psicoterapeutas sino también aprender alguna estrategia de atracción de clientes. Ya no basta con abrir un despacho, hacer un par de contactos y esperar las llamadas.
Ahora está Internet y un montón de psicólogos que lo hacen igual o mejor que nosotras. Hay que aprender a transmitir en una web las razones por las cuales una persona tiene que acudir a nosotras en vez de a otro despacho. Tenemos que saber en qué nos diferenciamos de los demás terapeutas.
No es un trabajo fácil, pero nadie dijo que lo fuera. Sin duda para nosotras la alternativa es mucho peor: instaurarnos en la queja continua y el ataque indiscriminado hacia los profesionales que sí les va bien.
A los que ya admiramos profundamente es a los que hacen de todo: ser buenos profesionales y tener tiempo para intentar cambiar las cosas. Ellos tendrán siempre nuestro más sincero agradecimiento.
Hola
Que exista competencia no es necesariamente malo, lo que si indica es que existe una demanda, por lo que no es del todo malo.
Y aunque el marketing, la publicidad y las ventas acarrean la mala fama de vender humo, si uno está pensando en vivir de su servicio, no le va a quedar más remedio que aprender a venderlo.
No es que por ser profesional de la salud, uno está exento del mercado económico… los psicólogos también tenéis que comer, pagar vuestras facturas…etc
No se donde leí una vez, que si eres un buen profesional, la falta de ética vendría si NO haces marketing y ventas, ya que estarías dejando espacio a otros profesionales más noveles solo por no cuidar/impulsar la ofertar de tus servicio.
En fin, anécdotas aparte, me ha parecido un artículo muy real.
Un saludo.
Muchas gracias por tu comentario, es interesante tu reflexión sobre marketing y los buenos profesionales.