Ese nudo en el estómago cuando una sesión no sale como esperas. Cuando sabes que la persona que acudió a consulta se ha ido peor de lo que ha entrado.

Ese nudo en el estómago que te indica que no lo has hecho bien. Que le has fallado. Que eres un desastre. Que mejor te dedicas a otra cosa.

Ese nudo en el estómago que te dice que esa persona que canceló la cita no va a volver nunca más porque no siente que le sirva de nada acudir a ti.

Ese nudo en el estómago.

Ese maldito nudo en el estómago

Es buena señal.

Es una de las herramientas más poderosas que puedes tener.

Ese nudo en el estómago te dice que no te puedes dormir en los laureles. Que por mucha experiencia que tengas, todavía te queda mucho por aprender.

Ese nudo en el estómago te invita a reflexionar sobre qué ha pasado y qué podrías haber hecho diferente.

Ese nudo en el estómago te protege de echarle la culpa a los clientes porque son ellos los que no quieren cambiar.

Ese nudo en el estómago te empuja a ser mejor profesional en el futuro.

Si no lo has notado nunca, es cuando tienes que preocuparte.

Y si últimamente lo notas demasiado, aquí te podemos echar una mano:

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Un saludo,

Cristina