5 razones para montar tu propia consulta de psicología

Cuestiones prácticas

Estudiar la carrera (o grado) de psicología, hacer un master o terminar el PIR son solo algunos de los pasos que debemos dar antes de poder ejercer como psicólogos, bien sea por cuenta propia o por cuenta ajena.

Yo he trabajado en ambos lados y puedo decir que no cambio por nada el tener una consulta propia frente a trabajar para otros. En estos momentos, muy suculenta tendría que ser la oferta para que yo me plantease cerrar el centro.

Quizás comencé a emprender por necesidad, pero ahora me doy cuenta de que es lo que siempre quise.

Con este post no pretendo convencer a nadie para que abra una consulta, tan solo quiero exponer los beneficios de tener una clínica de psicología propia. Emprender no es una tarea fácil, requiere muchas horas de trabajo, tanto al principio como luego para mantener el negocio.

Como se decía antes, nadie da duros a pesetas y las consultas de psicología no son una excepción. No consiste en abrir y sentarse a que aparezcan los clientes por la puerta.

Todo negocio requiere un esfuerzo, por eso tenemos que estar convencidos de que es eso lo que queremos. Si no, corremos el riesgo de abandonar a las primeras de cambio.

Pensar en las ventajas te puede ayudar a dar el paso o a continuar si ya has comenzado.

1. Ser tu propio jefe

Parece una obviedad decirlo pero es necesario. Ser tu propio jefe significa no tener que rendir cuentas a nadie, no tener que dar explicaciones ni tener que bailar entre los objetivos de tu jefe (ganar más dinero, dar altas, estancias hospitalarias más cortas) y las necesidades de tus pacientes.

Teniendo tu propia consulta puedes trabajar con honestidad y transparencia.

2. Flexibilidad horaria

El tiempo es oro. Tu tiempo es lo más valioso que tienes. Cuando trabajas para otros, les estás ofreciendo ese tiempo a cambio de dinero ¿pero es un trato justo? Muchas veces pasamos horas y horas en los despachos sin atender a nadie, pero sin poder irnos simplemente porque hay que cumplir un horario de trabajo.

Ojo, no estoy diciendo que tener tu propia consulta signifique trabajar menos sino que las horas que le dediques serán las que tú decidas y no las que te imponga un contrato. Para mí, ser dueña de mi tiempo es la mayor de las ventajas de tener una consulta propia.

3. Menos burocracia

Es verdad que cada tres meses hay que hacer una declaración, presentar papeleo, etc y esto con una nómina te lo ahorras pero no me refiero a esta parte sino a los protocolos hospitalarios de actuación, a rellenar informes para tus superiores, a, en definitiva, sentir que pierdes el tiempo escribiendo una y otra vez lo mismo.

Si tienes una consulta propia, todo esto desaparece. O no, si ves que algún protocolo es útil. Una vez más, tú decides.

4. Menos reuniones innecesarias

Una de las cosas que más odiaba de trabajar para un hospital eran las reuniones de trabajo. La mayor parte de las veces no servían para nada, la sensación de perder el tiempo era constante mientras duraban y muy pocas veces conseguí verles su utilidad.

Si abres una consulta con otros compañeros, puede que tengas que reunirte de vez en cuando pero créeme que estas reuniones no tienen nada que ver con las anteriores. La diferencia está en que, como eres dueños de tu tiempo, no querrás perderlo en divagaciones absurdas así que habrá que ir al grano y cada reunión tendrá un objetivo concreto.

5. Libertad para ejercer

Desde la frecuencia y la duración de las sesiones hasta el método de trabajo pasando por la decoración del local.

Ser psicólogo es una profesión vocacional y si no puedes trabajar como crees que es mejor para tus pacientes, corres el riesgo de quemarte.

Esto pasará con mayor probabilidad si trabajas para otros, porque tendrás que acatar sus normas o la situación de la empresa. Igual no puedes ver a los pacientes más de una vez al mes aunque pienses que las sesiones semanales son una mejor opción.

Es más, incluso puede que ni siquiera puedas elegir la ropa con la que vas a atender porque tienes que llevar una bata, o tener que atender detrás de una mesa de despacho cuando crees que lo mejor es no tener ningún obstáculo entre tú y tu paciente.

Podría enumerar muchas más pero creo que con estas cinco son suficientes para que te hagas una idea de lo que te estás perdiendo por no emprender, o para que sepas lo que tienes si ya eres dueño de un gabinete de psicología.

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