Es algo bastante habitual: que en un momento dado de la sesión, alguno de los miembros de la pareja me mire y me pregunte: ¿tengo yo razón o no? o ¿no ves como siempre tengo que ceder yo? o alguna variante similar.
Si esto ocurre, hago lo siguiente. Primero respiro y hago un silencio. Esto es para conseguir que me presten más atención y paren de discutir.
Luego les digo lo que pienso: ambos tienen razón y es imposible determinar quién ha empezado todo ese lío.
¿Por qué no se puede saber? Pues porque uno de los axiomas de la teoría de la comunicación human es que las relaciones son circulares, no lineales. Es decir, A no causa B sino que A causa B y B causa A. Como las personas esto de la circularidad nos cuesta entender, tendemos a puntuar las relaciones. Es decir, a determinar qué es causa de qué (o quién empezó primero).
Sin embargo, en consulta, especialmente en terapia de pareja y terapia familiar, tenemos que tener todo esto muy en cuenta porque si no, caeremos en el error de establecer un principio, y por lo tanto, un “culpable.”
Si nunca habías oído hablar de esto de la Teoría de la Comunicación Humana, te invito a que te leas el libro (en Amazon está y en muchas librerías fijo que también). El libro es “densito” por así decirlo pero vale la pena el esfuerzo.
O tienes otra opción, apuntarte a mi lista de correo, donde escribo sobre estas cosas y muchas otras de psicoterapia.
Un abrazo,
Cristina
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