Un tema delicado este del dinero ¿verdad? Vivimos en una sociedad que considera el dinero un tema tabú, sucio. Ni en los colegios profesionales ni en la universidad se habla de ello: ¿cuánto tiene que cobrar un psicólogo en una consulta privada? Si existe esta asignatura, desde luego yo me la perdí.
¿Por qué nos cuesta hablar tanto del dinero? Hasta hace unos años, el colegio establecía unas tarifas orientativas de precios y decía que si se bajaba de ahí, se podría considerar competencia desleal. Ahora esto lo tienen prohibido porque se entiende que cada uno tiene la libertad de cobrar lo que le apetezca. Y así, de esta manera, nos han dejado a nuestro libre albedrío y sin tener ni idea de cuánto cobrar. Una de las soluciones que podríamos tener cuando empezamos es copiar a la competencia pero ahí nos encontramos con otro problema: las tarifas parecen ser un secreto.
¿A qué viene tanto secreto? Aquí vuelvo a tocar el tema del tabú.
He conocido psicólogos a los que les molestaba cobrar a sus pacientes. Incluso se debate sobre si se debe cobrar en la consulta o fuera de ella, o si debe ser otra persona distinta del terapeuta la que haga este trabajo. Normas para esconder una realidad: tenemos un problema con el dinero.
He de reconocer que yo misma me sentía algo incómoda al comenzar. Pasé de trabajar por cuenta ajena (pública y privada) a llevar entre dos todo el negocio. No me quedó más remedio que aceptar que, de momento, ni yo ni mi familia vivimos del aire así que había que cobrar.
¡La sorpresa fue que los pacientes ya sabían esto! Ellos no se veían incómodos ni raros por pagarme por mis servicios. Gracias a ellos superé mi “fobia” al dinero.
El dinero no es bueno ni malo, es papel y moneda, nada más. De momento, nos guste o no, sirve para que podamos vivir. Así que hay que cobrar y ya que es algo impepinable, debería hablarse mientras nos estamos formando. Pero no seré yo la que le diga a la universidad qué es lo que tiene enseñar, para eso ya están los catedráticos expertos en clínica.
Cuando hablo con otros colegas de este tema, me encuentro con una frase que me desconcierta y que está haciendo mucho daño a la profesión:
“Como estoy empezando, no quiero cobrar mucho”
Vamos a ver, entiendo que estés empezando pero esta no es una razón para cobrar menos ¿acaso hubo alguna época en que los rolex se vendían a dos pesetas? No, y lo quieras o no, cobrar poco nos perjudica: a ti y a mi.
En primer lugar, el precio te posiciona en el mercado. Si vendes barato, no debes valer mucho. Así de cruda es la realidad. Te pongo un ejemplo: ¿cuál es la diferencia entre comprar unas gafas de sol en Zara por 30 euros a comprar unas RayBan por 200? La diferencia está en que cuando te compras las segundas tienes mucho cuidado de no perderlas, de no romperlas ni de dañarlas. En cambio, las de Zara, corren un riesgo tremendo de perderse al final del verano. Las gafas pueden ser de igual calidad ambas, pero el valor percibido es diferente. Esto es lo que te ocurre cuando te pones un precio bajo: la calidad de tu psicoterapia se percibe como baja, por eso te va a costar más mantener a tus pacientes y que ellos hagan lo que quieres.
¿Y a mí por qué me perjudican tus precios bajos? Pues porque la calidad de la psicología en general, también se ve mermada. Se devalúa nuestro trabajo y la gente deja de valorarlo. Es algo más abstracto pero le ha pasado a muchas profesiones que han liberalizado precios sin dar formación de cómo ponerlos. Preguntad por ejemplo a arquitectos o a fisioterapeutas.
Tampoco hablo de poner un precio desorbitado (no todos somos RayBan, ni Rolex) si no de uno con el que podamos vivir y que esté acorde con lo que vendemos. Sí, vendemos. Vendemos servicios, proporcionamos resultados a la gente pero esto es para otro post así que ahora voy a dar por hecho que sabes lo que estás ofreciendo.
¿Cómo establezco unas tarifas justas?
Bien, voy a escribir una fórmula muy útil para que te hagas una idea aproximada de cuánto tienes que cobrar. Por supuesto, cuando fijas un precio éste no es inamovible y siempre puedes modificarlo si te has equivocado. Ojo, es más fácil bajarlo que subirlo. Te pongo la fórmula con un ejemplo ficticio, con números redondos para entendernos. La idea es que seas tú el que responda a estas preguntas.
- ¿Cuáles son tus gastos fijos mensuales (incluye cuota de autónomos)?: 800 euros.
- ¿Cuánto quieres ganar al mes (ingresos BRUTOS)?: 2000 euros.
- ¿Cuántas horas quieres trabajar al mes?: 35
La fórmula sería: (800 + 2000)/35 = 80 euros.
En este caso, mi tarifa sería de 80 euros la hora. ¿te parece mucho? Bueno, hay otras formas de rebajar los precios y seguir ingresando lo mismo pero lo que está claro es que tu trabajo debería, como mínimo, cubrir los gastos fijos y es un mínimo que no es suficiente porque no te quedaría margen para vivir.
Así que en este caso el mínimo sería: 800/30 = 26 euros.
En este caso, si cobras 26 euros estarías trabajando gratis, que me parece estupendo pero entonces tendrás que aprender a vivir del aire. Por debajo de esta cifra, estás pagando por trabajar.
¿Qué te parece esta fórmula? ¿Te ha sorprendido el resultado?
Muy buen post. Gracias por hablar sin rodeos y por compartir vuestra opinión. Un abrazo
Gracias a ti por el comentario. Me alegra que te haya gustado
muchas gracias por estos consejos tan importantes y por orientarnos sobre el asunto del dinero pues en verdad es importante analizar lo que la cantidad es de acuerdo a la cantidad. y la verdad es el pensar de las personas.
nuevamente muchas gracias un saludo
Gracias a ti por comentar. Saludos
Buen artículo. trabajar 35 horas y ganar 2000 euros es un abuso, no te parece?
No me parece un abuso si la gente lo paga. El precio que puse era sólo un ejemplo ficticio, nada más. De todas formas hay que tener en cuenta que para tener 35 horas de citas al mes, hay que trabajar “en la trastienda” bastante y eso son horas que no se cobran directamente
Hola chicas,
Descubrí vuestro blog por casualidad hace poco, y tengo que decir que me encantan vuestras entradas!
Esta en concreto, me parece muy valiente. Es cierto que en nuestro gremio existe cierta tendencia a ocultar el precio de nuestros servicios, cosa que no consigo entender. Mi filosofía es de máxima transparencia, considero que el cliente debe tener acceso de manera directa al precio de los servicios.
Sobre vuestras estrategias para decidir en cuanto fijar el precio, me parece genial que aportéis otra perspectiva que se aleje de fiarse únicamente de la ferocidad del mercado. ¡Debemos darle valor a nuestro trabajo!
¡Os sigo leyendo!
Muchas gracias a ti por comentar, ¡nos alegra mucho que te guste el blog!
Me gustó el post, saludos desde México!
Conque trabajar 35 horas al mes
(35 h. ÷ 22 días = 1 h. y 36 min. cada día ) , y ganar 2000 € .
Y si la gente lo paga ….
¡¡ MENUDA JETA !!
Hola Antonio, gracias por participar en el blog.
Bueno, releyendo el post, me he dado cuenta de que igual no me he explicado bien. Para empezar, puse un ejemplo de números redondos pero sólo a modo de ejemplo. Esas 35 horas se refieren de atención a pacientes, nada más. Para que una consulta funcione, hace falta trabajar más horas, por supuesto. Y son horas que no se cobran, por así decirlo, pero que también hay que contar: me refiero a temas de publicidad, gestiones, contestar llamadas, emails, formación.
Todo eso forma parte del trabajo y hay que incluirlo en las horas laborales. Otra opción es delegar todas estas tareas pero entonces los gastos subirían y estaríamos en la misma situación.
En conclusión: teniendo en cuenta que es un ejemplo y que en nuestro caso no se corresponde con la realidad, sí es cierto que tendría que haber especificado que no se trabajaría 35 horas sino bastantes más.
Además, hablo de ingresos brutos, a eso habría que restarle los impuestos, que rondan sobre el 20%.
Muy interesante. Por desgracia últimamente se está extendiendo la idea de que tenemos que trabajar gratis prácticamente… y no se hace mucho en contra de esa tendencia desde los colegios profesionales, al menos desde el mío.
Un saludo
Muy buenos consejos y reflexiones. Gracias!