¿Eres una persona navideña? ¿disfrutas con estas fiestas? ¿cuentas los días que faltan para Navidad en tu calendario? ¿crees que las luces, los adornos, los regalos y las comidas familiares crean el ambiente perfecto para que la gente sea feliz, buena y esté en paz consigo misma?
Si has respondido sí a alguna de estas preguntas, no te preocupes, tenemos la solución. Siguiendo nuestros diez consejos al pie de la letra podrás pasar de ser una persona feliz de que llegue la Navidad a ser el hermano aguafiestas del Grinch.
1. Créate grandes expectativas
Piensa a lo grande, empápate de las mejores películas navideñas de Hollywood y recréate en imaginar unas navidades perfectas en familia, con regalos estupendos para todos, cantar villancicos alrededor del piano y mantener una perfecta armonía todo el tiempo. Una vez establecidas estas expectativas, considera cualquier desvío de ellas como un fracaso absoluto.
2. No delegues
Encárgate tú de todo: regalos, decoración, la comida, los postres, las bebidas… Organiza juegos y dinámicas de grupo. Sé también la persona responsable de recoger, limpiar y fregar los platos. No permitas que nadie te eche una mano, tú tienes que poder hacerlo todo sin ayuda. Además, exígete la perfección: si queda un solo vaso sin fregar, la culpa será toda tuya.
3. Intenta agradar a todo el mundo
Prepara platos personalizados, así tendrás mucho más trabajo para no delegar: si a alguien no le gusta el marisco, prepárale unos volovanes de jamón ibérico y paté. Y si a alguien no le apetece ese día, cordero, levántate de la mesa para hacerle una tortilla de patatas. Para poder amargarse bien las fiestas, el bienestar de los demás debe estar siempre por encima del propio, cueste lo que cueste.
4. Esfuérzate en que los demás sean felices
Es necesario que te centres en eliminar cualquier mal gesto o signo de que uno de tus invitados no está en un nivel de felicidad 10. Si detectas a alguien con expresión seria pregúntale qué le pasa y no aceptes un “nada” por respuesta. Insiste hasta que confiese lo que le ha desagradado para poder solucionarlo.
No te olvides de la felicidad de nadie |
5. Come y bebe en exceso
No hay nada que ayude más a estar amargado que un malestar físico de los buenos. El ardor de estómago y la resaca serán tus más fieles aliados en estas fechas. Come deprisa (tienes muchas obligaciones), come mucho y come mal (olvida la fruta por unos días y lánzate a los turrones sin miedo). Mezcla bebidas sin ningún criterio. Bajo ningún concepto bebas agua, si no puedes con más alcohol, elige refrescos con gas.
6. Sigue las tradiciones, aunque no te apetezcan
Si has llegado hasta este punto, lo más seguro es que no te queden ganas de hacer nada, sólo de tumbarte en el sofá y vegetar. Si haces eso, corres el riesgo de descansar y de volver a ver las navidades como una época maravillosa. Por eso es fundamental que sigas las tradiciones: arréglate y sal en fin de año aunque sepas que nunca te lo pasas bien, prepara bacalao con coliflor si es tradición y a ti no te gusta, pon muérdago en tu casa para tener que darle un beso al familiar o conocido que más aborreces o apúntate a la comida de empresa (mejor, encárgate tú de organizarla).
7. Deja la compra de regalos para última hora
No delegues en nadie la compra de los regalos. Tampoco hagas una lista, vete el 24 de diciembre (o el 5 de enero) directamente al centro comercial y piensa sobre la marcha. Por supuesto no vale comprar cualquier cosa, los regalos tienen que estar a la altura de las expectativas creadas en el punto 1. Nada de tarjetas regalo ni de libros, ni de preguntar a la gente qué es lo que quieren. Tú tienes que poder adivinarlo sin esfuerzo y encontrarlo todo en una tarde. Si no, la culpa será toda tuya.
8. Critica los regalos que te hagan
No tengas en cuenta la intención ni el cariño que han puesto los demás en el regalo. Si no cumple exactamente con lo que esperabas, dilo y déjalo sobre la mesa. Compáralos con los que has hecho tú y siente que nadie te conoce ni te valora lo suficiente como para esforzarse en adivinar lo que quieres. Y digo adivinar porque habrás tenido cuidado de no dejar ninguna pista sobre lo que realmente te apetecía que te comprasen. Asume que si de verdad, de verdad te quieren, serán capaces de adivinarlo.
9. Oblígate a ser feliz
Igual que en el punto 4 has intentado por todos los medios que la gente sea feliz, tú también te tienes que esforzar en serlo. Niega las señales de cansancio, de aburrimiento o de nostalgia. Aparta de tu mente todo pensamiento negativo que te venga a la cabeza, en estas fechas no se puede pensar en otra cosa que no sea la felicidad absoluta.
10. Escribe 20 propósitos para el año nuevo
Si quieres continuar amargándote más allá de estas fiestas, haz lo siguiente: escribe 20 propósitos de año nuevo. Piensa a lo grande, nada de pequeñas cosas, los 20 han de ser grandes cambios vitales que supongan un esfuerzo implementarlos. Si conllevan un esfuerzo económico mejor que mejor.
Coloca la lista en un lugar visible de tu casa y todos los días mírala para darte cuenta de como va pasando el año y no has conseguido ninguno de ellos.
Se terminó, si has seguido estos diez consejos, seguro que conseguirás pasar las navidades con amargura, cansancio y hastío. Enhorabuena, no es fácil pero tú lo has logrado.Si te ha gustado lo que has leído, compártelo.
Nota: Esta lista está inspirada en el libro “El arte de amargarse la vida” de Paul Watzlawick, libro que recomendamos encarecidamente a todo el mundo.
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