Los psicólogos nunca somos la primera opción de una persona que tiene un problema y necesita resolverlo. Antes intentará resolverlo por sí misma, pedirá ayuda a familiares y/o amigos, luego volverá a intentarlo por sí misma. O tal vez vaya al médico de cabecera o a un psiquiatra o incluso a un chamán.
Luego, si todo eso no funciona, prueba con nosotras, casi como un último recurso.
Por eso, muchas veces la gente duda a la hora de pedir cita y no tiene claro cuándo es el momento de acudir al psicólogo. A veces una persona puede estar tan enfrascada en su problema que no cree que le podamos ayudar en nada.
Sin embargo, si por casualidad estás leyendo esto y algunos de los casos que te voy a contar a continuación te resultan familiares, te diré que un psicólogo/a te va a poder ayudar casi con toda seguridad.
1. Tu problema se repite una y otra vez
No es una cuestión de rutina, pero tienes la sensación de que tu vida es como la película del Día de la Marmota: siempre se repite lo mismo una y otra vez.
La salud mental no es la ausencia de problemas. Es, más bien, una variedad de problemas a lo largo del tiempo: a medida que unos se van solucionando, otros van apareciendo y así hasta el final.
Por eso, cuando sientes que cada día es el mismo problema y que no avanzas, quizás es el momento de coger el teléfono y pedir una cita. (por cierto, si estás por la zona de Coruña, puedes acudir a nosotras haciendo click aquí).
2. No paras de pensar en lo mismo
Una variante de lo anterior. Hay problemas que necesitan un tiempo de reflexión para poder solucionarlos pero cuando ese tiempo se convierte en una eternidad y, por muchas vueltas que le des no vas a ninguna parte es el momento de cambiar de estrategia y pasar a la acción.
Si no tienes ni idea de qué puedes hacer, puedes acudir a nosotras. Parte de nuestro trabajo es dar un punto de vista alternativo al problema que tienes entre manos para que puedas poner en práctica alguna solución.
3. Ya lo has probado todo
Como dije al principio, ya has acudido a todos los profesionales habidos y por haber, has consultado en Internet los mil y un trucos para intentar solucionar tu problema y has probado todo lo que se te pasaba por la cabeza: ya puedes decir que lo has probado todo.
Bueno, todo, todo no, te falta acudir a una consulta de psicología. No pienses que es tarde y que tu problema no tiene remedio. Quizás te sorprendas del resultado.
4. Has dejado de hacer lo que te gusta
Lo has pospuesto todo o has abandonado actividades que te gustan porque tu problema te impide que te impliques en otra cosa que no sean intentar solucionarlo.
Es más, no es que hayas dejado de lado esa afición que tanto te gusta, es que ya has llegado a un punto de hartazgo en que ya no te apetece hacer aquello con lo que antes sí disfrutabas. Y te da pena que no te apetezca pero no sabes que hasta que tu problema se solucione, no vas a tener ganas de hacer nada.
Pues bien, te diré que si has llegado a este punto, necesitas un cambio de perspectiva y para eso una consulta de psicología podría ayudarte de lo lindo.
5. Tu instinto te dice que algo tienes que cambiar
Pero no sabes el qué ni el cómo. Sólo sabes que no te gusta las cosas tal y como están pero tampoco sabes muy bien qué es lo que tienes que cambiar ni cómo hacerlo.
Digamos que te sientes un poco perdido porque hay algo dentro de ti que te dice que no puedes seguir como hasta ahora.
Nosotras nunca decimos a la gente lo que tiene que hacer con su vida, pero sí les ayudamos a crear un mapa y a trazar un recorrido vital con el que se sientan a gusto. Así que si estás en este caso, sí, un psicólogo/a también puede ayudarte.
¿Qué me dices? ¿Te animas? Recuerda que si estás en Coruña, puedes contactar con nosotras haciendo click aquí y si estás muy lejos, también puedes escribirnos para que te recomendemos a alguien donde vivas (si es que conocemos a alguien allí, claro).
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