Una sesión de supervisión psicológica consiste en que un profesional con experiencia escucha y asesora a otros profesionales sobre los casos que están llevando en consulta.

El supervisor resuelve las dudas, sugiere líneas de tratamiento y va haciendo un seguimiento de los casos. También ofrece apoyo emocional si es necesario

En otro post ya hemos hablado de los beneficios de la supervisión, si queréis leerlo, podéis hacer click aquí. Sin embargo, la supervisión no sólo beneficia al psicólogo que acude a ella sino también a sus pacientes, ya que, aunque sea de manera indirecta, está siendo atendido por dos profesionales que trabajan en equipo en vez de por uno solo.

Ahora bien, ¿cómo es mejor, la supervisión en formato grupal o individual?. Como habréis adivinado, cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Y os las voy a contar ahora.

Supervisión individual

Ventajas:

Trato más personalizado. Es obvio. Si sólo estáis tú y el supervisor, todo el tiempo se dedicará a hablar de tus casos clínicos y de tus dificultades como terapeuta. Eso sí, las sesiones de supervisión online suelen durar menos que las grupales.

Posibilidad de profundizar más en temas personales si fuese necesario. A veces la dificultad de manejo de determinados pacientes no tiene que ver con la poca práctica clínica sino porque la historia de ellos nos toca algo más cerca de los personal, por las razones que sean. Cuando esto ocurre, corremos el riesgo de perder la perspectiva y no actuar de la mejor manera posible para el paciente. La supervisión individual crea un espacio donde hay más tiempo para hablar de temas más personales que en un espacio grupal.

Inconvenientes:

Coste más elevado. La persona supervisada tendrá que asumir ella sola el total de la tarifa del supervisor, por lo que el coste será mayor.

Sólo te beneficias de la experiencia de una persona. Bueno de dos, la del supervisor y la del supervisado. Solamente tratáis los casos que el supervisado lleve a consulta y no habrá lugar para que se puedan escuchar experiencias diferentes.

Supervisión grupal

Ventajas:

Coste más económico. La tarifa se reparte entre varios por lo que el coste se reduce de manera considerable.

Posibilidad de aprender de la experiencia de otras personas. El hecho de escuchar hablar a otros compañeros de profesión sobre sus casos y las dificultades que tienen, te puede enriquecer como terapeuta.

Posibilidad de escuchar sugerencias de los compañeros y no sólo del supervisor. Los compañeros pueden aportar también sugerencias valiosas para ayudarte con tus casos.

Inconvenientes:

Trato menos personalizado. Menos tiempo para dedicarle a tus casos propios. Lógico, el tiempo es el que es y hay que repartirlo de manera equitativa entre todos los participantes en la supervisión. Por eso, es bueno contar con un supervisor que vaya al grano y que sepa sintetizar bien lo que quiere decir para no perder el tiempo en vaguedades.

En resumen, no hay un formato mejor que el otro, ambos tienen sus ventajas y sus inconvenientes. La clave para decidirse por uno o por otro está en el momento profesional en el que uno se encuentra.

La supervisión individual es más adecuada para personas con un gran volumen de trabajo, que puedan asumir el coste de las sesiones y que necesiten tiempo para ellas en exclusiva.

En cambio,  el formato grupal puede beneficiar más a profesionales que están empezando, con un volumen de trabajo menor y que necesitan adquirir experiencia, no sólo propia sino también de los demás.

Desde nuestro centro, nosotras ofrecemos un servicio de supervisión online. Si te interesa el tema, puedes hacer click aquí para ver toda la información (formato, horarios, costes, etc.).