Antes del verano, pregunté a la gente que lee el blog que de qué les gustaría que hablase. Recibí varias respuestas y las he anotado todas (¡Gracias por las ideas!) para irlas publicando poco a poco.
Así que hoy, a modo de consultorio de la Señorita Pepis, inauguro una nueva sección de preguntas y respuestas. Todavía no le he puesto nombre, se aceptan sugerencias.
El tema del día es ¿cómo se puede aguantar el ritmo de ver cinco, seis, siete pacientes seguidos?
Pues bien, os contesto con otra pregunta:
¿Cómo puede un corredor de maratón correr 42 km sin parar?
Pues esto es lo mismo: entrenando.
Cuando empecé a ver pacientes yo sola no me pusieron 7 pacientes de golpe si no que veía uno o dos al día. Todavía recuerdo el cansancio mental que me suponían esas dos horas de consulta.
Llegaba a casa agotada y le comentaba a mi compañera de piso: “No puedo más, ¡hoy he tenido a dos!” y me tiraba en el sofá a no hacer nada más el resto de la tarde. No exagero.
Más adelante con la práctica, le vas cogiendo soltura al asunto, automatizas ciertas cuestiones como el qué preguntar en la primera entrevista o aprendes a recoger la información más rápido.
Ahora soy capaz de mantener un nivel adecuado de calidad viendo cinco o seis sesiones seguidas. Alguna vez he hecho más pero yo sé donde tengo el límite y no lo aconsejo. Eso sí, hay cuestiones que me ayudan a mantener el ritmo más relajadamente:
Trabajar en equipo
Mientras una de nosotras atiende, la otra escribe. Así se reparte la carga.
No tener que preocuparme de escribir la historia después de cada paciente me descarga un montón de trabajo y me libera la mente. No tengo que mantener datos en la cabeza para acordarme y escribirlos después por lo que puedo hacer un borrado de información después de cada sesión.
Si por casualidad estoy yo sola, siempre escribo las historias al final de todo, cuando haya terminado de ver los pacientes. Me resulta más fácil mantenerme en modo terapeuta todo el tiempo y luego pasar al modo escribiente que no ir alternando uno a otro todo el tiempo.
Como mucho, escribo dos o tres cosas básicas y ya. Esto lo he hecho desde que empecé en el PIR. Mantener el foco en una tarea es más eficiente que ir cambiando todo el rato de una a otra.
Un reloj en el despacho
Bueno, tenemos uno que jamás está en hora. No lo quito porque tenerlo así es un detector de obsesivos, y porque en realidad, no lo necesito. Tengo un superpoder que es el del control del tiempo. Así que cuando han pasado 50 minutos, lo noto y sé que es el momento de ir cerrando la sesión.
Unos saben cantar, bailar, dibujar, ordenar o investigar. Yo sé calcular cuando han pasado cinco minutos o cincuenta.
Mi compañera en cambio sí lo necesita y cuando se da cuenta, lo vuelve a poner en hora o le cambia la pila. Saber qué hora es le ayuda a estructurar mejor la sesión y a no irse por las ramas. De esta manera 5 horas de consulta se convierten en 5 horas y no en 10.
Como ves, no hay ningún secreto más que práctica y más práctica. Espero haber respondido a tu pregunta y si no, vuelve a escribirme e intento aclarar mejor las cosas.
Con esto queda inaugurada esta sección consultorio cuyo futuro depende de vuestra participación.
Si tenéis alguna duda o queréis que hable de algún tema en particular, podéis escribir a contacto@andainas.es e intentaremos ir respondiendo a todas vuestras preguntas. Quién sabe, si participáis mucho, igual dejamos la sección fija una vez al mes.
Hola,
me ha gustado mucho esta sección de preguntas. Yo como estudiante de Psicología la agradezco muchísimo.
Este post de los informes, tiempo que dura la sesión y sobre permanecer en rol terapeuta y no escribiente, me ha ayudado muchísimo.
Y si puedo pedir, pido que hagas está sección una vez al mes.
Gracias
Y tengo una pregunta ¿cuánto tiempo deben durar las sesiones?
Gracias
Nuestras sesiones duran aproximadamente una hora.
Muchas gracias María, a ver si podemos mantener el ritmo de una al mes 🙂